Imagen: Eugenia Loli (collage). |
Qué ingenuos eran los tiranos y los mercaderes
de los esclavos de antaño.
Hoy las cadenas y las cárceles no son gratis,
es necesario comprarlas en las subastas
y en las redes y los mercados del mundo.
Hoy se venden cárceles hechas a la medida
de cualquiera de nuestros deseos,
de cualquiera de nuestras necesidades,
y hay tutoriales paso a paso indicando
como se construyen los mejores barrotes.
Hoy puedes elegir si quieres tu cárcel
con ventana o sin ventana,
con ojos y oídos en las paredes o sin ellos;
o si quieres vivir con espejo o sin espejo.
Qué ingenuos,
regalaban las cadenas y las cárceles
y se creían dueños y amos del mundo.
Hoy cada cual es su propio dueño y tratante
y su propio tirano,
y el exclusivo mercader
de su propia esclavitud.
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