domingo

Dibujo


©Evenliu photo manipulation


Dibujo una barca. Perfilo despacio, con detalle. Luego, entro en ella con los pies desnudos. Todavía la tinta de las líneas está fresca cuando piso el fondo, así que mis pies se manchan y dejan huellas mientras avanzo despacio a sentarme en la proa.
En la barca, en su fondo, como si de peces se tratara, hay palabras que se agitan húmedas, agonizantes, casi muertas. Reconozco la palabra 'amor'; también, la palabra 'muerte'. A pesar de las apariencias, las dos siguen vivas y coletean y saltan, y suenan como látigos sobre el casco. Es un sonido seco, apagado. Pero están aún tan vivas que logran saltar de nuevo al agua y oigo el chapoteo cuando penetran en la superficie sin dejar rastro. Finalmente, las veo alejarse ágiles buscando el fluir profundo de las aguas.
¿Actos así crean el mundo? ¿palabras casi muertas que despiertan y saltan cada día de un mundo de cosas planas?
También veo la palabra ''Justicia' agonizante cerca de la proa de la barca. Veo la palabra 'Libertad' con sus branquias saturadas de espumas. 'Justicia' y 'Libertad' no parecen estar ya con fuerzas para saltar. No se mueven. Apenas se agitan. Parecen haber estado dando vueltas, durante siglos, en una noria imparable. Sin respiración. Casi sin significado. Casi secas. Casi cáscaras. Justicia y Libertad.
Ahora dibujo una orilla, remato la barca atándola a un árbol cercano. Dibujo un camino que serpentea hacia un horizonte lleno de ramas, de ojos y de labios. Dibujo también unas botas manchadas de tinta. Y sigo el camino, sin prisa, línea a línea, trazo a trazo, por este mundo de cosas planas.

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