domingo 0 comentarios

Canción de espera


Words_by_aiae1



Veré si puedo
convertir el pasado en cenizas
y dejarlas en la ventana
para que el viento las reparta.
Veré si puedo
dejar sueños en la basura
para que algún reciclador
los ilumine.
Veré si puedo
sentarme en el techo de un instante;
veré si puedo,
sin tener que soñarte o no soñarte.

Las cosas -dicen- están mal y van deprisa;
quizás choquen y revienten una noche
y los ratones se hagan dueños del mundo,
y roben el cerebro a los hombres.
Antes, veré si puedo
regalarte un sueño sin disfraces;
veré si puedo,
sin tener que soñarte o no soñarte.

sábado 0 comentarios

Esto no es un poema (6)



Hideous Cyclops, 1883. Odilon Redon.



Tuvo un sueño. 
O mejor decir, tuvo una pesadilla: 
la justicia se quedaba con un sólo plato en su balanza. 
En aquel sueño, todas las personas tenían un sólo ojo, 
un sólo ojo vendado, como de cíclope herido. 
En aquel sueño, el mundo respiraba tuerto,
y las personas tenían un único ventrículo en su corazón.
Cuando despertó, mientras realizaba las tareas del día, 
aquella pesadilla se reavivaba en todas las acción que intentaba.
Pensó: 
la justicia se ha quedado con sólo medio cerebro
en su balanza. 
Pero el pensamiento duró poco; 
haciendo las tareas del día, una vez más sin darse cuenta, 
de nuevo se durmió.
domingo 0 comentarios

La llave de la luz

Imagen: instalación de Chiharu Shiota.


Siempre ve uno aquello
que sabe de las cosas.
Si uno no piensa,
si no está en antecedentes
de lo que está viendo,
la sombra de uno se proyecta
sobre lo que miramos.

El arte hace visible
el pensamiento,
pero es preciso entender
el lenguaje de esta revelación.
Conocer el lenguaje
que en cada época cultural
se renueva y enriquece,
es conocer
donde se encuentra
la llave de la luz.

(Una cita de Jorge Oteiza reescrita como poema)
miércoles 4 comentarios

Esto no es un poema (3)


Imagen: Antonio Berni

 
ESTO NO ES UN POEMA (3)

Sin propia voluntad
¿puede haber consciencia?
Sin consciencia
¿se puede hablar de propia voluntad?
Sin solidaridad ni igualdad
¿se puede hablar de libertad?
Sin libertad
¿se puede hablar de democracia?
Para hablar de democracia
¿no sería necesario
ofrecer a cada persona
la posibilidad de ser dueña
de su propia voluntad?
¿Cómo se puede hacer eso
sin conocimiento?
Y sobre todo,
¿cómo se puede hacer eso
sin humildad?
Sin conocimiento
¿se puede hablar de libertad?
Sin consciencia, sin propia voluntad,
sin solidaridad, sin igualdad.
la democracia estará desdemocratizada.
¿Quién la democratizará?
Los democratizadores que la democraticen
buenos democratizadores serán.
sábado 0 comentarios

Des-concierto para instrumentos de guerra

'Intermedi', de Joan Brossa.


I

En un escenario iluminado y vacío se abren tres puertas: una, en medio de la pared del fondo; las otras dos, repartidas a derecha y a izquierda. Salen tres soldados, a la vez, uno por cada una de las puertas, los tres con sus caras manchadas de sangre y de tierra.
Cada uno lleva una silla, un atril con una partitura negra y un arma -qué más da qué arma- de guerra. En el centro del escenario colocan, ordenados, mecánicamente, los objetos que forman la escena. Luego, sincronizados, sin apenas mirarse, se sientan.
En la pared del fondo se inicia una proyección de escenas de guerra: blanco y negro, trincheras, sonidos de armas, bombas que estallan, breves silencios que agrietan cualquier espera. Los soldados del escenario han cogido sus armas. Sobre sus ojos se han puesto, cada uno, una venda.
En la proyección del fondo los mismos soldados en una trinchera. Sus armas son otras: uno toca un violín, otro un violonchelo, el tercero hace sonar una flauta travesera. En el escenario, los soldados esperan, quizás a que un director señale que el concierto comienza. Cada soldado está atento a su partitura negra.  
La escena se llena de humo, de música, de sonidos de guerra.

II 

Quién sabe cómo se anuncia un concierto
para instrumentos de sombra y ceguera.
Quién sabe qué compositor escribe
-con qué tinta, con qué sangre-, 
sobre partituras negras.
.
Quién sabe en qué calle, en qué agenda,
se programa desaprender la belleza.
Quién sabe quién mueve la batuta
entre los pliegues del fuego
de cada guerra.
.
Quién sabe de barcas, de fronteras,
en las que se plantan semillas
para que nunca crezcan.
Quién sabe cómo suena una sinfonía
en la que el amor y la  muerte no sueñan.
.
Quién sabe dónde se posan las miradas,
dónde quedan los silencios
de los asistentes a des-conciertos
para instrumentos de guerra.

III 

La música cesa de pronto. También los sonidos de guerra. Cada soldado deja apoyada su arma al lado de su silla. Cada soldado se levanta callado y se quita su venda. No hay aplausos. Ninguna reverencia. Sólo silencio y humo en la escena.
En el escenario, lentamente se van apagando las luces. Los soldados caminan callados, cada uno avanza hacia su puerta.
Salen tres soldados, a la vez, cada uno es una sombra, una sombra con su cara manchada de sangre y de tierra. 


Telón. Intermedio. Inquieta espera.
 
;