lunes

Soñadores y dormidos

Foto: Laurent Laveder

Hay soñadores que nunca despiertan
y sin embargo están muy vivos;
y hay dormidos que nunca sueñan,
que pasan por la vida como fantasmas
a los que faltara espíritu y materia.
A menudo se confunde a los soñadores
con los dormidos; pero hay diferencias:
para los soñadores su sueño es su vida;
 para los dormidos, la vida es un sueño
que ocurre sin darse cuenta;
los soñadores miran horizontes lejanos
y sus ojos rebosan de ventanas abiertas;
los dormidos vagan entre puertas cerradas,
o andan sonámbulos por caminos de nieblas.
Unos y otros, soñadores y dormidos, flotan
sumergidos en el gran sueño de la existencia,
ese sueño que consiste en creerse despierto,
envueltos en una continua inconsciente presencia.
Los dormidos nunca salen de ese sueño;
pero hay soñadores que a base de soñar, 
despiertan.

1 comentarios:

María Gainzarain dijo...

Pasan los años y cada vez se duerme menos pensando que se vive más y los sueños son los que permanecen en realidad dormidos el resto del día. Maravilloso el poema, Benito. Un abrazo

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