sábado

No somos un sólo yo




Pintura: James Ensor

No somos un sólo yo.
Ese único yo tan nuestro
que sentimos como cierto,
es el ancla, no la barca;
una ficción compartida,
un precio que pagamos, 
un contenedor vacío
hecho de agujeros,
una flecha lanzada
contra un muro que no vemos,
los restos recompuestos 
de nuestra última batalla,
el último velo superpuesto
a tanto velo,
el anhelo de significar
en el significante del universo.
Y sin embargo,
sin ese único yo tan nuestro, 
¿en qué suelo anclaríamos
nuestras experiencias?.
¿Cómo armar un relato
en el que todas las palabras
fueran máscaras que cambiaran
continuamente de cara?

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