(Texto escrito para el cuadro que aquí se reproduce, de la 'Suite Menut', de Santos Iñurrieta.) |
Dos islas en nuestro pensamiento:
una transparente, invisible a pesar de su peso;
la otra sostiene un cuerpo con la cabeza horizontal,
un cuerpo con ojos sin pupila ni párpados,
con dientes que parecen no tener boca.
Dos nubes en nuestro sentimiento;
sobre la primera, vacío pero asombrado,
con una mano en el placer y el dolor como aliado,
el cuerpo transparente se asoma a ojos perdidos
que chocan como bolas de billar,
y se deslizan y deforman
mientras construyen miradas
carentes de sombras.
Dos islas, dos nubes, dos rocas;
y un globo hinchado cuyo centro es la cabeza,
un globo que explota y crece y vuelve a explotar,
goblo errante
que una vez más nos convoca.