Imagen: Ayhut Aydogdu. |
‘Des-
escribir' todo lo escrito,
letra a letra, sílaba a sílaba, hacia
atrás,
leyendo al revés todo lo dicho:
ohcid ol odot séver la odneyel.
Leer también al revés
la insoportable simetría de los espejos
y el vértigo
en los silencios entre lo escrito,
y observar con detalle el hueco que dejan
-los espejos, el vértigo-
sin el cual no cabría en los labios
ni una expresión más,
ni un sólo vacío
para otro verso.
‘Des-
pensar’ entonces todo lo pensado,
y hacer de ese estado un sitio
para construir un gran nido,
y en él incubar -una vez más-
el huevo del ser,
del ser desnudo y primero
que siempre fuimos.
Finalmente, escribir lo no escrito
en los espacios recién reseteados,
escribir lo siempre callado,
incluso lo sin nombre.
Y por fin borrar para siempre
todo lo escrito.
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